Vidas unidas: 22 experiencias de familias adoptivas
Vidas unidas nos narra las vivencias post-adopción de 22 familias españolas, que decidieron recurrir a la adopción internacional. Este emotivo libro está escrito por la periodista Olvido Macías, madre adoptiva a su vez de dos niños, nos acerca a las vivencias y experiencias propias como del resto de las familias que aparecen en este libro. Un libro que merece la pena no dejar de leer para todos aquellos que están pensando en adoptar un niño/a. Un libro lleno de amor y realismo.
Os dejamos la entrevista que le hicimos desde ACI:
¿Cuando surgió la idea de escribir sobre el tema de la adopción y que le impulsó a ello?
La idea surgió a raíz de leer un libro sobrecogedor, “Las hijas del Yang-tsé” de la escritora y periodista china Xinran. En él recoge los testimonios de madres que abandonaron a sus hijas en China: unas por intentar procrear un varón —recordemos la política del “Hijo único”, vigente hasta hace poco, otras por imposición familiar o social… ese fue el arranque. Hacer saber a esas personas, de forma simbólica, que fue de sus pequeños dados en adopción en cualquier lugar del mundo.
Contarles la alegría que ha supuesto la llegada de los niños a nuestras vidas, nuestros embarazos administrativos, nuestros exámenes psicológicos, económicos y sociales para poder ser padres adoptivos. También el libro habla de los sinsabores, de los problemas que surgen en el camino, pero sobre todo del inmenso amor que les tenemos.
La segunda idea del por qué de este libro es dar a conocer historias de adopción en primera persona, dejar hablar a un buen puñado de padres sobre sus inquietudes, sus alegrías, sus ilusiones. Son padres que han adoptado en diferentes países y cuyos hijos tienen diversas edades: de muy niños a adolescentes, Y es que yo echaba en falta un libro que me hablara de la post adopción, de las vicisitudes que nos podríamos encontrar, pero en primera persona.
Es cierto que, por ejemplo, la adolescencia es muy parecida en cualquier hijo, sea biológico o adoptado, pero los prohijados pueden tener, a veces, un plus “emocional” que incluye una crisis de identidad más profunda. El saber sus orígenes puede pesar.
¿Como llegó a establecer contacto con las familias ya a conocer sus historias?
El punto de partida ha sido ACI, la ECAI con la que adopté a mis dos hijos. Tanto Blanca Rudilla corno María Lillo me brindaron la oportunidad de contactar con un buen puñado de padres. Después, unas familias me llevaron a otras, además de unas cuantas que yo tenía en cartera porque son conocidos míos.
¿Qué ha supuesto para usted el contacto directo con estas 22 familias?
Primero, siento una gran gratitud porque esas 22 familias me han abierto las puertas de sus vidas sin problemas, con confianza y eso que la mayoría no me conocían de nada. Segundo, me siento feliz por haber compartido con ellas sus experiencias positivas y al mismo tiempo preocupada al conocer también detalles de de otras familias cuyos problemas son en estos momentos serios.
El libro recoge 22 historias de adopción en distintos países. ¿Considera que hay algún rasgo común entre ellas?
Sí. por supuesto. El rasgo común es el inmenso amor que sienten por sus hijos y la capacidad de lucha que tiene para afrontar la vida por ellos.
¿Cuál ha sido la emoción más intensa que ha sentido al conocer los detalles íntimos de estas historias?
Mucha ternura, mucha empatía porque claro, también soy madre adoptiva. Hay una conexión especial entre los padres que prohijamos, sin duda. Somos una gran familia.
¿Al escribir este libro se han avivado los recuerdos de su propia experiencia?
Como te decía en la respuesta anterior, influye mucho compartir esas emociones porque las hemos vivido en primera persona. Claro que se han avivado los recuerdos de mi propia experiencia, es curioso que aunque pasen los años, la me-
moría mantiene muy fresco ese (‘volcán)’ de sentimientos.
¿Qué desea transmitir a los lectores de su libro, con estos 22 relatos?
El mensaje es muy claro. Dar a conocer diferentes historias con hijos de diferentes edades para tener información de primera mano y transmitir que a pesar de todo lo que nos depare la vida con ellos, les queremos sobre todas las cosas.
¿Considera que es enriquecedor compartir con otras personas la vivencia extraordinaria de la adopción?
Claro que sí porque te das cuenta de que las alegrías y los problemas que surgen son comunes a muchos padres, hay un hilo directo en esa comunicación excepcional y que no creo que puedan entender otras personas.
En su opinión ¿cual es la realidad de la adopción en la sociedad española? Creo que nuestros niños adoptivos forman parte de la realidad de este país y su aceptación social es buena. Y eso, que no hace mucho tiempo, ser adoptado era algo extraño, algo incluso que debía ser callado. Es cierto, que a los padres adoptivos puede preocuparnos el que llamen “chino” o “negro” a nuestros hijos de forma despectiva o los brotes de racismo en la calle, pero ahí estamos nosotros para reforzar sus valores y para hacerles saber que siempre estaremos a su lado.
¿Piensa que su libro pueda ayudar a proyectar un conocimiento más amplio y real sobre la adopción?
Espero que sí porque en España aún somos muy nuevos en materia de adopción, sobre todo internacional No hace muchos años que comenzamos esta apasionante aventura y hay que saber por dónde vamos. Y sobre todo, espero que “Vidas Unidas” sirva para que muchas personas que dudan en adoptar niños de necesidades especiales despejen algunos de sus temores. Recuerdo que en la charla informativa en la Comunidad de Madrid para padres pre adoptivos estaba muy nerviosa. En un descanso, salí corriendo a buscar una cabina de teléfono para llamar a ACI y preguntar si era verdad, como decían en el encuentro al que asistía, que los niños podrían estar enfermos… sonrío al acordarme porque mi segunda adopción ha sido por Pasaje Verde en China.