Adolescentes: ¿Por qué a veces son violentos?

Los datos preocupan y mucho. Los expertos llevan alertando desde hace tiempo la tendencia del aumento de casos de violencia entre los jóvenes y adolescentes. Los estudios corroboran este incremento. El último informe de la fundación ANAR basado en las llamadas recibidas en el teléfono de atención a menores del 2015, revela datos escalofriantes. Los casos de violencia de género se multiplican por 10. 318 denuncias registradas por maltrato de la pareja o ex pareja, 573 menores atendidos por sufrir acoso escolar creciendo un 75% frente al año anterior, 381 casos de intentos de suicidio, 323 casos de autolesiones y caso dos intervenciones diaria urgentes para salvar a un menor en situación de riesgo.

Una de las conclusiones del estudio es que estos casos siempre han estado ahí, pero el aumento de la concienciación e información sobre el acoso escolar han propiciado que salgan a la luz más casos, de igual manera que ocurre con la violencia de género.

Es inevitable preguntarse ¿estamos educando mal a nuestros hijos? ¿qué está ocurriendo en nuestra sociedad? No hay que perder de vista que la adolescencia es una etapa de cambios en lo físico, sexual, psicológico y de descubrimiento, en la que se está formando el carácter y se adquieren valores que serán permanentes a futuro. No son niños ni tampoco adultos. En esta etapa se dan una serie de características propias y una de ellas es la rebeldía adolescente. Cierto grado de rebeldía es necesaria para poder desprenderse el adolescente de los modelos parentales y poder construirse los propios. El problema es cuando alcanza un grado excesivo o patológico, apareciendo la violencia, diferenciándose de la rebeldía propia del adolescente.

Definicion-OMSLa violencia puede definirse de muchas maneras, porque la noción de lo que es un comportamiento aceptable o de lo que constituye un daño, está influida por la cultura de cada país, así como de la propia evolución que van sufriendo las normas y los valores sociales. La OMS define a la violencia como el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.

A todo esto, se suma que a nivel informativo estamos acostumbrados a elevadas dosis de violencia, poco a poco nos vamos desensibilizando teniendo un menor impacto emocional ante irnágenes violentas. A nivel recreativo también se elije cierto contenido violento, en videojuegos, películas vídeos de redes sociales…, provocando el mismo efecto de desensibilización.

¿QUÉ PODEMOS HACER?
Prevención desde la niñez. La conducta violenta suele aprenderse desde una edad temprana, por lo que los adultos pueden ayudar a gestionar cómo enfrentar sus emociones y cómo solucionar los conflictos sin recurrir a la violencia. Es necesario un ambiente estable, afectivo en dónde el niño crezca seguro y desarrolle la confianza, los niños aprenden mediante modelos y si crecen con miedo o viven situaciones de violencia tendrán más probabilidad que desarrollen conductas violentas en un futuro. Desaprobar cualquier acto violento entre hermanos y familiares, no utilizar nunca la violencia. Necesitan supervisión para poder orientarles cuando sea necesario, saber en qué ambientes se mueven, quiénes son sus amigos, ya que en la adolescencia las amistades son de gran influencia y los padres pasan a un segundo plano. Ayudar a que se opongan a la violencia mediante palabras firmes y no perder la calma ante situaciones hostiles y que pidan ayuda cuando lo vean necesario. Minimizar en la medida de lo posible el contenido violento a su alcance.

¿Cómo alejar a los adolescentes de las conductas violentas?

Continuar brindando amor genera un ambiente seguro y con confianza, sentirse querido y apoyado es esencial en todo momento, aunque reclamen más autonomía es rnás importante saber con quiénes se relacionan y en qué ambientes se desarrollan, las normas y límites siguen siendo necesarios aunque es importante que puedan ser negociadas entre padres e hijos, desarrollando el diálogo, siernpre puede haber puntos intermedios. También realizar deportes en equipo y el voluntariado fomentan buenos valores.

Ante situaciones violentas corno el acoso escolar o de género, una buena educación e información pueden detenerlas. Tanto en la familia como en el entorno escolar y en la sociedad, son importantes las campañas de prevención.

Situaciones-violentasEl bullying se mantiene tanto por el acosador como por los espectadores que con su silencio, o risas se convierten en cómplices, a veces sin quererlo, del acoso hacia la víctima. Todo ello se incrementa por la difusión en Internet y del ciberbullying, siguiendo el acoso no sólo en el entorno escolar sino durante las 2/1 horas del día mediante grupos de whatsapp o en las redes sociales.

Educar en adecuadas relaciones sociales y de pareja, es irnprescindible para entender que controlar el móvil, los celos, no se justifican dentro de lo que se considera el amor en pareja. Romper estos mitos ayuda a prevenir y concienciar que estas actitudes no son adecuadas ni se deben consentir en ningún caso.

Mostrar comprensión, empatía y fomentar el diálogo evita en mayor medida que los adolescentes oculten y se callen estas situaciones violentas que viven o son espectadores de ellas.

Si rompemos el silencio y todos actuamos en vez de mirar para otro lado, se evitarían situaciones, que de no hacerlo, quizás ya no tendrían ninguna solución,

Por María Jiménez Cabada
Psicóloga fundación CISEN

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